El riesgo de ciberataques suscita preocupación en varios ámbitos, entre ellos: pérdida de datos, costos, daños a la organización y la reputación ante la visión de sus clientes y socios.
A pesar de que México ha sido posicionado como el número 28 de 193 países en términos de preparación en seguridad cibernética, en el Índice de Ciberseguridad Global (ICG) de La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), México ocupa el lugar 9 de las naciones que más sufren ataques por malware.
Según datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones, al final del 2018, ya tenemos 120 millones de líneas celulares, el 54% de los hogares tiene internet fijo. Por otra parte, México tiene una cobertura del 87% de banda ancha en el territorio nacional y cuenta con 61 millones de usuarios de Facebook, siendo el 5º país con más usuarios de esta red, por lo que en México ya una gran parte de nuestra vida social, económica y política está expuesta a todo tipo de delitos cibernéticos.
De octubre de 2018 al mismo mes de este año, según El Financiero, se han contabilizó 300 millones 868 mil 532 ataques de malware en México (31 por ciento más que en el mismo lapso de un año antes)y además 1 millón 631 mil 758 usuarios atacados en este periodo (16 por ciento más).
Proteger la información de las empresas es costoso, pero es más caro cuando la información ya está vulnerada. La ciberseguridad es un tema que nos compete a todos, no solamente al gobierno o a las grandes empresas. Como individuos debemos entender que también podemos ser víctimas de estos criminales, es por eso importante tomar cartas en el asunto e informarnos.